Domina tus finanzas en cada estación del año
Muchas empresas pierden oportunidades porque mantienen el mismo presupuesto todo el año. Aprende a ajustar tus finanzas según las necesidades reales de cada temporada y evita meses de escasez o excesos innecesarios.
Descubre el programa
Cada estación tiene sus propias reglas financieras
Las necesidades de enero no son las mismas que las de agosto. Te enseñamos a anticipar cambios y adaptar tu estrategia financiera sin complicaciones innecesarias.
Primavera
Periodo de recuperación tras el invierno. Las empresas necesitan liquidez para proyectos nuevos mientras gestionan pagos diferidos del primer trimestre.
Verano
Temporada de menor actividad en muchos sectores. Reducir gastos fijos y optimizar reservas para preparar la reactivación de septiembre.
Otoño
Momento de mayor actividad comercial. Requiere presupuestos flexibles para aprovechar oportunidades sin comprometer la estabilidad operativa.
Invierno
Cierre de año y planificación estratégica. Gestionar pagos extraordinarios, aguinaldos y provisiones fiscales sin afectar la operación diaria.
Por qué los presupuestos estáticos generan problemas
- Mantener el mismo presupuesto mensual ignora las variaciones reales del mercado y puede generar déficits inesperados.
- Los gastos fijos representan solo una parte del cuadro completo. Las fluctuaciones estacionales afectan ingresos y costes operativos.
- Muchas empresas reservan fondos de emergencia sin criterios claros, lo que reduce la eficiencia del capital disponible.
- Un presupuesto ajustado por temporada permite reaccionar mejor ante cambios del mercado sin sacrificar rentabilidad.
Restaurante en zona turística
Durante el verano, los ingresos pueden triplicarse. Pero mantener el mismo nivel de personal en noviembre genera pérdidas importantes.
La clave está en ajustar los costes variables antes de que termine la temporada alta, reservando margen suficiente para los meses de menor actividad sin recurrir a financiación externa.
Comercio minorista urbano
Las rebajas de enero y las campañas de verano requieren inversión en stock. Si no ajustas el presupuesto con antelación, terminas con exceso de inventario o sin liquidez para pagar proveedores.
Planificar estos ciclos con tres meses de anticipación reduce la necesidad de créditos de emergencia y mejora los márgenes al negociar mejores condiciones con proveedores.
Llevaba años intentando que las finanzas cuadraran cada mes sin entender por qué algunos periodos eran caóticos. Ajustar el presupuesto según la estación cambió completamente mi perspectiva. Ahora anticipo problemas antes de que aparezcan y gestiono mejor los recursos disponibles.
Jordi Camps
Director financiero en comercio especializado